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sábado, 14 de junio de 2008

Abyss


¿Como comenzar la historia?...
Apenas logro concebir que haya sucedido en realidad. Dos de la tarde, y hace cuarenta y ocho horas y casi ni la cuento, dos veces he visto salir al sol, a través de mi ventana. Respiro al menos, la sonda me es insuficiente, lo que yo quiero es huir y parece que la única vía es la muerte. Pero morir así, derrotado y abatido sin concederle al menos me derrote batallando. Parece una ironía, yo siempre temerario aventurándome en los mares, escalando en las montañas, me toca enfrentarme al peor reto, el de mi conciencia, el de mi interior.
-¡No me mires! – Me siento mal, no lo hagas por favor, no te puedo responder ni siquiera puedo no pensar. Como quisiera haber muerto, heroicamente en batalla con el cielo; descender a una velocidad impresionante ser el dueño del destino, pero igual que a Ícaro, me cortaron las alas. Un descuido basto para abatirme, la vida injusta jugo conmigo al no dejarme pelear, ¿por que así? Solo desperté para sentirme muerto, atado a mi lecho alrededor de varias camas vacías, yo se que muchos se han ido, es un presagio. Al menos veo tu rostro, ese rostro angelical me dice que mi partida esta cerca, al menos ayúdame a comprender como me pudo pasar esto, ayúdame a vencer mi último miedo. ¿Como comenzar mí historia? Recuerdo muy poco, como he de acabar es lo que me mantiene todavía vivo, ayúdame en esta nueva aventura. Hace días que estas a mi lado, nuestros amigos han desfilado en mi precortejo fúnebre, las lágrimas se te han secado, lo has asimilado. Sin embargo algo recuerdo, estaba acostado en la recamara, te di un beso antes de dormir, estudie los libros de topografía de mi próximo intento de conquista. Lo soñé por tanto tiempo alcanzar la cima, escalar la montaña las cordilleras del Himalaya, pero desperté encerrado en mi mente, mi última conquista ha de ser enfrentar mi muerte. Ayúdame, dame la mano, lo he conquistado, ya no hay temor en mis ojos, no puedo hablarte pero de alguna manera estoy seguro que lo sabes. El doctor inútilmente quería recuperar mi pulso, pero yo no quiero. La luz es impresionante la he conquistado, la cima del cielo.

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