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martes, 24 de febrero de 2009

La Filosofía y el filósofo (Sócrates)

La purificación es la separación del alma del cuerpo, el desligamiento del cuerpo como de una atadura. Se le da la misma definición a la muerte. Desligar el alma es la aspiración sólo de los que filosofan. Los que filosofan actúan con moderación, es decir, el no dejarse excitar por los deseos, si no mostrarse indiferente y mesurado. En el sentido recto de la palabra los que filosofan no practican otra cosa que el morir y el estar muertos.

La filosofía es una forma de purificación y muerte en el sentido de que busca también razones fuera de lo material, no dejándose llevar por los deseos que uno pueda poseer.

Los filósofos verdaderos son los que contemplan la verdad, la veracidad y no admiten la mentira, sino la odian y aman la verdad.

Los primeros hombres comenzaron a filosofar movidos por la admiración. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. Pero al huir de su ignorancia, busca el saber en vista del conocimiento y no por su utilidad. Por eso se dice que es un saber libre y desinteresado.

Es justo que la filosofía sea llamada ciencia de la verdad; pues el fin de la ciencia teórica es la verdad, y el de la práctica, la obra.

La filosofía ha existido siempre quizá el termino aún no se había dado, pero desde que el hombre existe le ha sido beneficiosa, primero al admirarse, al reflexionar, al cuestionarse y tratar de responder a sus preguntas. Como dice Cicerón:
“Tú nos diste la tranquilidad de la vida y nos quitaste el terror de la muerte”.

La sabiduría es el conocimiento de las cosas divinas y humanas.

BELLEZA Y VERDAD

Al leer el título, vemos y notamos, que sí la belleza es algo que esta por encima de las cosas como una realidad posible en ellas, debe guardar una relación profunda con la verdad. Los autores que a continuación veremos creían ver en la belleza una solución y complementación a sus teorías.

Arthur Schopenhauer: lo sublime
Shopenhauer hace una distinción entre lo bello y lo sublime, para exaltar la importancia del arte. La distinción entre lo bello y lo sublime es la siguiente: frente a lo bello el conocimiento puro vence sin lucha, pues la belleza del objeto, es decir, su propiedad de facilitar el conocimiento de la idea, descarta sin resistencia la voluntad y el conocimiento de las relaciones puesto al servicio de ella. La conciencia subsiste en calidad de sujeto puro del conocimiento, y de la voluntad no queda ni recuerdo. Por el contrario, frente a lo sublime, ese estado de puro conocimiento tiene que ser conquistado previamente por el individuo, arrancándose con violencia y conscientemente de las relaciones del objeto, que conoce que son desfavorables para su voluntad y elevándose libre y deliberadamente por encima del querer y del conocimiento de cuanto con él se relaciona. Para Schopenhauer esa es la virtud del arte en cuanto a lo bello, también subrayó el papel de la voluntad como la fuerza irracional de la naturaleza humana. Sostenía que el arte es la única manifestación del conocimiento que no está sujeta a la voluntad y por tanto, lo veía como el único medio posible de huir de este mundo sin recurrir a la razón(este huir, posteriormente como veremos Nietzsche lo llamará justificación).
En resumen, Schopenhauer creía que las formas del Universo, como las formas platónicas eternas, existen más allá de los mundos de la experiencia, y que la satisfacción estética se logra contemplándolos por el propio interés que provocan, como medios de eludir el angustioso mundo de la experiencia cotidiana. Otorgó una especial importancia a la música y analizó, de un modo original, los rasgos del artista.

Friedrich Nietzsche
Nietzsche en la forma de abordar sus teorías filosóficas, propone una notable forma de escribir, la prosa libre; característico de sus obras, que le dan un toque sencillo y a la vez profético. He tomado la interpretación estético-musical de Nietzsche por la relación con Schopenhauer, pero al final notaremos la diferencia entre él y Schopenhauer.
Interpretación estético-musical. El movimiento estético-musical nietzschano comienza con el mismo Nietzsche, qué tomo espíritu de la música como punto de partida para explicar el origen de la tragedia griega. Lo artístico se le representó entonces a Nietzsche como una justificación del mundo (es muy interesante este punto). En sí mismo considerado, este mundo es insoportable. Pero cuando el artista sabe presentar las cosas terribles y problemáticas, entonces habla por él "un instinto del poder y de la majestad… no teme ya… El arte se afirma".
Nietzsche resaltaba la importancia del arte, de modo parecido a otros como impulsor de vida (Bersong). Es notable la similitud al pensamiento de Schopenhauer, pero Nietzsche dirá que al estar en el mundo lo que nos queda es enfrentarlo. Es verdadero lo que sirve para promover y elevar la vida.
En resumen: Friedrich Nietzsche aceptó en sus primeras obras la influencia de la visión de Schopenhauer, para discrepar más tarde de su enseñanza. Nietzsche estaba de acuerdo con que la vida es trágica, pero esta idea no debería excluir la aceptación de lo trágico con alegre espíritu, pues su realización plena es el arte. Éste se enfrenta a los terrores del Universo y los puede modificar, generando algo bello a partir de cualquier experiencia. Al hacerlo, transforma las angustias del mundo de tal modo que pueden ser contempladas con placer.

F. W. J. Schelling
Es importante hacer notar, el pensamiento de Schellin en su Filosofía trascendental, por que le da de alguna forma un valor más real como forma de conocimiento y no tanto existencia de un querer enfrentar al mundo con irracionalismo.
Filosofía trascendental. "Nuestro corazón no se satisface con la simple vida del espíritu. Hay algo en nosotros que tiene exigencias de realidad esencial… Lo mismo que el artista no descansa en la idea de su obra sino sólo cuando ha llegado a la representación corporeizada, copia de la forma espiritual perfecta".
Tres partes comprenden la filosofía trascendental: f. Teorética (se nos da el modo como se desenvuelve la naturaleza a partir de la inteligencia, se presenta de modo inconciente), la F. Práctica (muestra como se originan también de la inteligencia las acciones libres realizadas concientemente), y la filosofía del arte (que consiste en una síntesis entre la 1ª y la 2ª y pone de manifiesto que lo inconsciente y lo conciente coinciden en una realidad. En el arte y en las creaciones artísticas tienen su encuentro, en la polaridad e identidad, naturaleza y espíritu, conciente e inconciente, la ley y la libertad, cuerpo y alma, individualidad y universalidad, sensibilidad e idealidad, finito e infinito. El secreto de la belleza está en que lo infinito desciende a encarnarse visiblemente en lo finito y en que lo finito se torna símbolo de lo infinito.
Schelling propone al arte como una posibilidad real del conocimiento, a través de las formas espirituales que se realizan o se llevan a cabo en la realización de la obra de arte.
En resumen: Para Schelling, en la obra de arte se produce la captación, por la belleza y a través de una intuición intelectual, de lo infinito que se expresa de un modo finito.

Heidegger
De los autores vistos es que menos información encontre al respecto de belleza y verdad. Cabe notar que si todos los anteriores buscan la belleza como justificación a sus teorías Heidegger, no es la excepción y quizás a esto se deba su incomprensión, a la complejidad de sus obras. Los siguientes párrafos son tomados de manera directa, son un poco inentendibles por no decir inconexos, pero en la conclusión lo abordaré de una manera menos teórica.
En Hölderlin y la esencia de la poseía y en el origen de la obra de arte – ambos libros bellamente escritos, breves y legibles- heidegger parece poner toda su confianza en los poetas. Los poetas son los que establecen un mundo y lo fundan y le dan sentido. La poesía es la que nos revela el ser. ¿Cuál es este ser? A menos que el lenguaje de Heidegger se haga menos misterioso y más preciso, debemos pensar que el ser de los poetas o bien es una intuición adherida al sistema de Heidegger o, lo que es más probable, más bien una nueva revelación del mismo ser del hombre que se daba en El ser y el tiempo. Y esta revelación viene a decirnos nuevamente, que nuestro ser es precisamente “sucesiones de difunto”. El otro ser –Dios, la trascendencia, la vida eterna- sigue siendo realidad “sin fondo”.


Conclusiones:

Antes de empezar y tomando en cuenta unos pasos a seguir, la conclusión tendrá dos objetivos: 1º abordar de manera general las conclusiones con respecto a los autores y 2º una conclusión personal con respecto a los que nos compete.
Schopenhauer ve en el arte la posibilidad misma de un conocimiento puro al no estar sometido a la voluntad lo que lo hacia posible como la única salida a la realidad del mundo existente que nos condenase al sin sentido de la vida. Hay una palabra clave en los textos anteriores, la palabra “huir”, entonces interpretaremos que lo que el quería decir es que el arte tiene la capacidad de situarnos en un mundo mejor, en donde las formas son puras, pero estas se contemplan por consecuencia del querer huir del mundo.
La relación belleza-verdad se da ahí donde la voluntad no esta, en la contemplación desinteresada de las cosas.
Nietzche lo llamara justificación, como el medio posible de mejorar ciertos aspectos del mundo, y enfrentar los temores, como la única solución viable de estar sumergidos en este mundo; la relación entre lo bello y la verdad se da en el instinto de poder y de la generación de algo bello a través de la experiencia.
Schelling ve en la filosofía del arte otro tipo de conocimiento como es la creación de algo bello por la unión de lo inconciente de lo conciente, como una proyección del espíritu. Belleza y verdad aquí se funden, como un tipo de conocimiento comprendido y transmitido a través de la obra de arte.
Heidegger dice que la poesía nos revela el ser, en un sentido un tanto psicológico, entenderemos que la poesía es un medio para comprender el desarrollo que tenemos. Me parece que Heidegger se enfoca más al sentido estricto de sus obras que a algo propósitivo. La relación belleza y verdad probablemente la encontremos en la experiencia, como consecuencia de la actividad que realizamos.
Es indudable una relación entre belleza y verdad, aunque son dos cuestiones aun incomprensibles, aunque su indudabilidad se presente a través de las especulaciones y de consecuencias lógicas. La unión por lo tanto es inseparable; a lo bello le sigue lo veradero, como la capacidad del alma de conocer a través de sus impresiones la revelación que nos proporciona la contemplación de la belleza. Por lo tanto las propuestas anteriores quizá no se limiten a un objeto, sino que quieran abarcar una totalidad, lo cual de antemano es difícil pero aún así comprensible; quizá el camino para llegar a la verdad sea la belleza y viceversa, quien quita y sea verdad.


Referencias

-Ramón Xirau. (2003) Introducción a la filosofía de la historia. México.

-Heischberger. Historia de la Filosofía.

-Diccionario de filosofía. 3a edición. Herder.

-Biblioteca de consulta Microsoft encarta 2004. © 1993-2003 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Prólogo a un libro jamás escrito


El “extranjero” nos transporta por un viaje hacia nosotros mismos, a explorarnos, a mirar donde nunca lo hicimos y a veces simplemente a contemplar. Jesús el personaje principal, toma el papel del viajero que cae en una tierra desconocida, que anteriormente le era propia, y de alguna manera nos representa a todos, pues, todos somos extranjeros en un mundo dividido por fronteras, aunque seamos ciudadanos del mundo; vivimos alienados, ensimismados y pensamos que a los ojos del mundo sólo nosotros poseemos la verdad. El “extranjero” es un viaje a nuestro interior, que reflexiona por todos los temas que competen a nuestra existencia, que busca respuestas a través de la interioridad, nos comparte sus respuestas para que nosotros encontremos las propias. La búsqueda incansable de la sabiduría se presenta en las palabras de Jesús, un hombre común, que no puede detenerse en simplemente vivir, el hombre que desea ser niño, el hombre que encuentra la fe, el hombre que sentencia, el hombre que se propone a redimir.
La fuerza, el temple, la inocencia de la búsqueda, las respuestas encontradas a través de su viaje, su humildad y sus certeras palabras, hacen al extranjero una persona con conciencia universal.
Las enseñanzas del “extranjero” se extienden más allá de sus palabras. Callémonos y dejémosle hablar.