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viernes, 25 de julio de 2008

Caminante

I
Cada paso que doy se hace una extensión de mi memoria, reinvento lugares, surco aquellos espacios que jamás pisé. Donde antes hubo un obstáculo hoy se encuentran flores marchitas, el tiempo se escurrió entre el viento y las olas del mar.

Deambulo entre laberintos de paredes altas, de piedra, no hay indicadores de una próxima salida. Hay puertas, las hay, pero me llevan a mundos distintos, lo que yo quiero es libertad, libertad para escoger mis andares, seleccionar mi próximo paso.

Enfrente de mi puedo observar un largo camino de concreto, bordeado en sus alrededores de casas con muros altos, flechas me indican que dirección tomar, si volteó a la derecha, llego al kiosco, a mi izquierda, al parque, si voy hacia delante, la plaza Libertad. Descalzó como suelo andar, siento el calor quemarme los pies, la textura, dura y granulada de el polvo que el viento trae. Encuentro un pedazo de tela que enredó entre uno de mis pies, voy saltando cual canguro soy, cuando me canso paso la tela al otro pie. Mi zigzag involuntario, me ha llevado a golpear a más de una puerta. Me han regalado un zapato, solo uno, lo he utilizado para pedir agua en otra casa, he bebido de el, y luego me lo he puesto en mi pie descalzo, la frescura se siente al instante que me han ardido las llagas. Números en las paredes me dicen que ésta calle que intersecta mi recorrido es la calle 22 de la avenida los Charcos ¿izquierda o derecha? No quiero retroceder puedo doblar de eso estoy seguro, pero no volver sobre mis propios pasos.


Alguna vez camine con zapatos en los pies, o viaje en metro, tren, barco. Pero, me sentí invadido en mi elección. Rojo, alto; verde, siga; amarillo, precaución. Si se baja en ésta estación, tome el otro tren que va hacia la línea roja, luego el que intersecta la línea azul. El mar parece la metáfora de la libertad, pero el barco, es a la vez la cadena y salvación, es el peor de las imposiciones, una ruta nada más. Doblo a la derecha, la avenida de los Charcos parece cerca, calle 33, sentido inverso, alto. Continuo, calle 35, preferencia, siga. He caminado durante horas sin encontrar lo que el nombre me indica.

No se por que he confiado en las letras y números. Mejor sería romper el orden, brincar los muros y las rejas. Gateo en busca de sombra, la encuentro. Un pedazo d papel periódico será mi cobija el día de hoy. Se que estoy cerca, pero, ¿Qué calle me llevará al mar?

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