Interpretado por Damien Saez
sábado, 19 de julio de 2008
Baudelaire
"Las flores del mal" tienen resonancia en el arte del grabado y de la pintura, hallándose correspondenci acon la pintura negra de Goya. La obsesión del cuerpo en victoria sensual de la juventud, los seres en libertad de gozo, ante la eterna del tiempo que destruye y borra placeres de sensualidad y sexualidad. El tiempo baudelairiano une y reúne amor y odio, precisamente por evocar la dicha y la desdicha Arte de romanticismo y arte de modernismo, con su incendio y su lenguaje de significación. Poesía de "caprichos" que recuerda a Goya en la plenitud de su vejez. Miedo prematuro del hombre, y más aún en el poeta. El deseo y el odio. La belleza y la fealdad. Horrores de vida triste y sin placer. Un canto y homenaje con las mil coordenadas de claridad y misterio. Baudelaire como artista alucinado.
Flores del mal, flores dañinas, malsanas, enfermizas...
Ansia evidente de escapatoria, y el exilio y la muerte pueden ser buenas verdades consejeras y, desde luego, adorables realidades para aceptarlas (y anhelarlas) como buena compañía. Tal fue el drama de Baudelaire.
El tedio y el asco hacia el mundo que le rodeaba le sumían en la rabia y en la rebeldia. Gritaba y su soledad socio-moral le entristecía, dejándole agotado. siempre, la decepción y el pánico, la vida que se le escapa de entre las manos cual agua de etrena libertad.
¿Es que vivió y escribió Baudelaire como un enfermo?
Hay quienes no dudan en afirmarlo, dando a la desgracia del poeta, a sus desdichas, un valor de símbolo: el enfermo destrozado por mil pruebas y que, ya sin esperanzas, cae en un triste aburrimiento y de ahí ya no puede emerger; acaso, por falta de voluntad. O, lo que es lo mismo, por voluntad de estancamiento, por querer hallarse ahí y así.
Un poeta obsesionado. Un poeta acorralado.
Sus flores malsanas le exigieron mucho: toda su dolida sinceridad. ¿Y qué poeta no se siente deshecho y malherido bajo las tensiones de semejante confesión?
¿Poesía malsana? ¿En qué cabeza cabe semejante error? Si hay poesía no hay mal. No puede haberlo.
(Fragmento de la introduccióna a la flores del mal)
RECOMENDACIÓN
LAS FLORES DEL MAL
I. Epígrafe para un libro condenado
Lector apacible y bucólico,
hombre de bien ingenuo y sobrio,
tira este libro saturnal,
orgíaco y melancólico.
Si con Satán, decano y astuto,
no estudiaste ya retórica,
¡tiralo!, no me entenderías,
o me juzgarías histérico.
Pero si tu mirada, sin dejarse
hechizar, sabe sumirse en abismos,
leéme y aprenderás a quererme;
alma curiosa que sufres y
que buscas tu paraíso,
¡apiádate de mí!... Si no, ¡te maldigo!
Charles Baudelaire
-Baudelaire, Charles. Las flores del mal. Traducción Jacinto Luis Guereña. Editorial: Orbi-Fabbri. España, 1997.
viernes, 18 de julio de 2008
Amélia
Era domingo por la mañana después del breve desayuno, café y galletas, proseguí mi lectura, quería llegar al final y descubrir que paso conmigo:
Él, la había buscado por todos lados hasta el final de su vida, incluso entre mujeres desconocidas, pero ninguna era igual a ella. Tuvo que vivir inventando su historia, una historia de amor y desamor, de una ilusión jamás olvidada.
Aquella novela me había llegado hasta el alma y brinde al final con una lágrima, y tu ausencia se hacía cada vez más presente, tu nombre rondaba por mi cabeza, cualquier nombre, lo veía escrito en la humedad de mi ventana, en el cantar de los pájaros, lo escuchaba en el resonar de las campanas…me quede otra vez dormido y continué soñando. Algo me impidió decirte al menos adiós, cuando recuperé el aire de nuevo ya te habías marchado, maldije aquel nudo del lazo en mi garganta aventándolo hacia el piso húmedo; esa tarde vague mojado a través de las calesas con rumbo desconocido y con la mirada atenta en tu búsqueda… jamás te volví a ver. Aquel sueño había despertado en mí el sentimiento que deje escapar, el de intentar retenerte y no dejarte ir, pero el tiempo había pasado, era demasiado tarde.
Revise entre mis cajones buscando tus cartas, la última venía del lugar donde nos despedimos, aquel pueblito pequeño al sur de Francia cerca de Aviñon, recuerdo que nos detuvimos a tomar una taza de café antes de la despedida en La Crêpiere du Figuier, y ahí me platicaste de tus planes a futuro en el que decidiste no entraba yo, me acuerdo que te levantaste dejando pagada la cuenta y un café más, nunca olvidaste cuanto me gustaba tomarme uno extra cuando me sentía mal. Esa carta la recibí no hace mucho, pero nunca la abrí, me había dolido tanto tu partida y ver mi cuarto vacío, que decidí volver a México. Jamás pensé que te quedaras allá, yo nunca quise volver. Encerré de nuevo la carta en el cajón de mi habitación, recurrí a otra taza de café, uno americano con acento francés. Traté de ignorar mis pensamientos, trate de pensar que no pensaba, agarré otro libro del estante… uno mío, "acuérdate de mi cuando me vaya", sin querer me sumergí en un pensamiento profundo, ese libro lo escribí pensando en ti, fue el primer escudo que adquirí ante tu partida, pensé que únicamente escribiendo lo que sentía lograría olvidarte. Lo conseguí. Las primeras semanas que salió a la venta fue un éxito, no dejaba de recibir invitaciones de mujeres hermosas, inclusive esposas de empresarios muy conocidos, para compartir más que una sola cena. Me pedían que les contara la historia cuando estábamos en la cama y les hacia el amor pensando en ti.
Nunca me recupere, no pude olvidarte… y ahora de repente una carta, una maldita carta de contenido desconocido insistía en ser leída ¿Por qué cuando creí tener controlada mi vida?
Tu partida me había inspirado más de una vez a escribir y lograr varios éxitos, pero en el fondo del éxito solo encontraba la incomprensión de mi desgracia. Tu nombre vagaba desconocido entre las páginas de mis libros, disfrazado de Nicole, Susana, Margarèthe entre otros más, tratando de ocultar que todas eran solo una, el nombre de aquella mujer a la que solamente he amado: Amélia. En el fondo quería que mis historias fueran verdad, no simples mentiras mías, quería escribir de ti y de mí como si fuésemos solo uno. Quisiera decir tu nombre en cada una de las mujeres que he tenido.
Retomé el pendiente de mis escritos, otro más que versaba sobre ti:
Y él, la amaba aun cuando se resistía hacerlo, la carta pronunciaba palabras sin ser aun leída, mil palabras todas distintas que hablaban de amor, odio, recuerdos, reconciliación...
El reloj marcaba las diez de la noche, hace tres horas que estaba escribiendo pero no podía continuar, tenía que abrir la carta, tenía que saber en que acababa todo esto. Repase nuestra historia desde el momento antes de nuestra partida, cuando tus ojos bellos me miraron llenos de amor ¿Por qué entonces me habías dejado?
Supe después que estabas con alguien, que habías continuado tus estudios de arte y después no quise saber más, no tenían por que atormentarme tus recuerdos y me dedique a escribir. Regrese a la facultad de letras. Trate de enamorarme y no pude, seguí escribiendo, y pronto los éxitos llegaron, uno tras otro, aun no traspasaba el plano nacional, pero seguro te habrás enterado ya por alguna amistad nuestra, y habrás pensado que esos nombres de mujeres son de cada una que he amado. Así quise que pareciera. Después ya no supe de ti ¿Por qué entonces me mentías al besarme? ¿Por qué? ¿Tantos te amo no valieron nada para ti? ¿Por qué?
La carta estaba fechada exactamente cinco años después de que terminamos y ya hace casi un año que la guardo, no se por que, todavía pienso sino debí quemarla con todos mis recuerdos. Tomé valor. Prepare el ritual, un café extremadamente cargado, mis anteojos y mi corazón, aquel latía como la primera vez que te vi caminar por Aix-en-Provence. Saque el abrecartas de aluminio la abrí cuidadosamente intentando consérvala intacta, las manos me temblaban era el reencuentro directo con mi pasado.
Leí:
11 de noviembre del año del 2001, Aviñon, Francia.
Florián, quizás ya te abras olvidado de mi, con las tardes frías de México habrás encontrado un amor con cual sobrevivir. Se que no es la manera de redactar una carta después de tanto tiempo sin escribir, ya que no son buenos tiempos. Debí de hacerlo desde hace bastante tiempo.
He leído tu última novela y se ve que estas muy enamorado. Yo estuve dando clases en la universidad de Artois, unos años después de que te fuiste. La vida aquí sigue igual, sigo conservando la casa cerca de Aviñon como atesorando los recuerdos, ahora es mía como un día lo fue nuestra.
Hace mucho Florián, quise hablarte pero desapareciste….
Como me acuerdo, tiempo después de regresar a México, regrese al campo donde nací, ya no pertenecía a mis abuelos, pero la gente de allí los recordaba. Me sirvió el ambiente, el aire fresco para olvidarte. Proseguí leyendo:
…No dejaste ningún numero, incluso tus amigos solo supieron de ti después que presentaste tu primer libro "Acuérdate de mi cuando me vaya". Traté de localizarte a través de la editorial. Pero dijeron que el contacto no eras exactamente tú sino tu representante, y él había dejado ordenes de que no se te molestara, por que estabas preparando tu siguiente obra. Por eso me fui… por eso me abstuve después de buscarte…por que te ame…por que te amo… por que sabía que sin mi, serías aquel escritor que siempre soñaste…sentí que yo te detenía…conmigo nunca te habrías arriesgado a aventurarte…
Recordé su mirada amorosa. Continué leyendo:
Ahora regreso a México, siempre lo he extrañado al igual que al hombre que siempre ame, tu sabes donde encontrarme. Perdóname por ser demasiado tarde.
¿Perdonarte? Perdóname tú a mí, pensé entre para mis adentros completamente angustiado, tanto tiempo de huirle a mi vida, si supieras que es a ti a quien yo amo, y a ningún personaje ficticio llamada Marlene. Perdóname tú a mí. Se acercaba el final:
Los recuerdos me llaman de nuevo, la vida se me va Florián como un día tú, perdóname por no haber contestado tus cartas, perdóname también por ser esta la última que te escribo.
¿La última carta? Se me hizo un nudo en la garganta, me afloje el último botón de la camisa.
No había comprendido sus palabras, hasta ese instante que la sentí mía de nuevo. Un año casi ya de la carta –Tú sabes donde encontrarme…- Yo no podía pensar, yo no quería pensar. El café cargado no produjo ningún efecto, trataba de descifrar ese mensaje –Los recuerdos me llaman de nuevo…-
Recordé entonces que alguna vez tu me dijiste que a México regresabas cuando tu cuerpo lo extrañase, cuando la sangre llame ¡Oh Dios que tonto he sido, regresabas a morir a la tierra que te vio nacer! Una tristeza enorme se apodero de mi, ¿Por qué me detuve en tu búsqueda? ¿Por qué sacrificaste tu vida si yo te amo?
Me desprecie por mi temor al pasado, por no abrir la carta. Llame a casa de tus padres, ellos habían muerto; me dio tanta tristeza pensar que estabas sola, que morías y yo sin poder decir: te amo. Ese día se hacía eterno, llame hasta donde pude, otra vez te me perdías, no podía aceptarlo de nuevo, esta vez te alcanzaría. Decidí salir apresuradamente rumbo a Francia, en el primer vuelo, sin maletas, a donde alguna vez nos amamos. Sabía que no te encontraría ahí, pero regresar a ese lugar me daba esperanza, me podrían decir algo de ti.
En el avión, de pronto se sintió una turbulencia ¿Acaso solo soy yo y mis temores? No sabía lo que me esperaba, los recuerdos me llaman de nuevo, pensé. Amélia nunca me perdonare haberte abandonado, fui yo en realidad, yo también quería irme, quería hacerme de un nombre, figurar en las revistas ¡maldito sea!, y sin saber tu fuiste mi triunfo, mi inspiración…sí siempre te ame ¿Por qué no hice más por buscarte? ¿Por qué me detuve? ¿Por que leíste mis libros? ¿Por qué nunca puse tu nombre en ellos?
-Florián, te presento a tu padre-
El nudo en mi garganta no me impidió acercarme y abrazarlo. Lloré por ti Amélia, por el pequeño Florián y por mí. Sabía ahora con toda seguridad que habías muerto, por que ahora la verdad estaba revelada: mi hijo, mi pequeño hijo, y de repente eras mía, de nuevo mía, mi amor, Amélia…
Regrese a México con el pequeño Florián, puse en regla todos mis asuntos con la casa editorial, terminé mi novela, fue publicada en español y francés, tu nombre aparecía en el, su titulo era Amélia.
Los recuerdos me llaman de nuevo, la vida se me va Amélia como un día tú. Sabía que mi final estaba cerca, Florián ya era mayor, me despedí, ahora voy junto a ti. Mi amor, mi eterno amor, Amélia mi dulce Amélia…cobija mi alma en tus brazos…amor eterno.
Fin
lunes, 14 de julio de 2008
Somos

-Por eso apá me voy allá donde uno no tiene que sufrir pá tragar, donde las bocas se hacen una -entre menos trague uno mas trabaja.
-Yo te eduque para que de tus manos salga el pan, que tus hijos tragan
-Por eso me llevo al mayor para que aprenda como tu me soltaste al sol, con los pies descalzos y las llagas hasta morir, pero así aprendí a ser el hombre que soy a ganarme tu nombre Eulalio como me llamo, el mayor de los “Eulalios”
Por eso me fui, ahí donde mi compadre, a ganarme unos pesitos donde se multiplican por tres, por eso deje a mi mujer así preñada, pá darles más pá tragar.
-Pá que te vas si la tierra te da pá tragar-
-Pero tragan mi hijos y el bocado me lo quedo yo sin saborear
Por eso me fui donde mi compadre, donde los güeros regalan su trabajo, donde ellos nos dan chance pá tragar, donde su trabajo es el mío y es que mi padre me enseño a trabajar.
-Por eso apá , me voy pá crecer como el maizal, pá que mis hijos traguen lo que yo no trague, pá que sus vidas no sean semillas sin florecer, por eso apá me voy donde mi compadre.
-¿Y tu tierra donde creciste donde tu piel se ciño de hiel, donde tu cuero se hizo tu abrigo, por que mi hijo abandonas la tierra que te vio nacer?
Por eso me fui donde mi compadre, donde todo crece sin labrar donde los güeros me dan pá tragar, donde el río se hace la extensión de mi tierra. Por eso Maria, mi esposa preñada la deje, pá seguir labrando la tierra que no es mía, pá seguir haciendo ricos a los güeros, por eso deje mi tierra y mi esposa me dejó, porque tarde en hacer lo que prometí regresar con pesos pá tragar, si me apá me lo dijo- la tierra da pá tragar pero no pá llenarse.- Por eso me esposa me dejó y que hago yo sin hijos y sin tierra que labrar.
jueves, 10 de julio de 2008
El frasquerío

El genio que se hizo esclavo de sus propias palabras:
Kevin Johansen - Desde que te perdí
albúm: City Zen (2004)
Siguiendo un poco la línea de videos animados que Mahandra's puso en su blog. Aunque solo sean marionetas.
El frasquerío
Preparar el camino evitando obstáculos, con todo accesible, puede llevar a no gozar el ir superando cada trampa del destino.
miércoles, 9 de julio de 2008
Amores a segunda vista
La primera vez no la pude ver, todo era borroso. Su voz me guiaba. Hasta que por fin encontré sus ojos con la mirada. A la segunda la vi y me enamore.Si los ojos hablarán dirían en colores lo que sentí, y es que esa vez fue cuando volví a ver.
La conocí como siempre quise conocer a la mujer ideal en el lugar menos apropiado, menos pensado. Uno siempre busca a la mujer ideal en todo momento, mirando por todos lados. Yo la encontré cuando volví a ver. Y es que no se si ella me vio primero o yo después. Los dos nos vimos. Algo surgió. Pude verlo en sus ojos.
Los ojos no mienten, unos dejan de ver, otros de soñar; otros son demasiado oscuros y otros claros.
Unos lentes la excusa, ¿Pero como? Pero yo sabía. Ella estaba ahí. En el lugar, la hora, la fecha indicada. Mis ojos y sus ojos. Una nota, un precio, un nombre desconocido y un teléfono. Después le llame. Aquel de los ojos chuecos, el de la mirada descompuesta. Y así fue. Me atreví, lo intente. Enfrenté lo que siempre soñé y nunca hice: decirle alguien que me enamore, sin más, me flecho y es que así es el amor: no pregunta la hora ni donde es.
Mis ojos tienen su imagen. Ella fue la culpable. Me devolvió la luz y cuando esta tomó un tono normal, estaba ahí. Con su sonrisa, con su hermosa mirada, con su tierna voz. Me enamore en el instante mismo que la vi, y no pudo haber algo más hermoso.
Y es que los ojos captan mil imágenes, y de todas tomamos la más bella para eternizarla en la memoria. ¿Me pregunto si nunca la habré visto antes? Pero seria imposible porque me hubiera enamorado al instante. Es ella lo sé.
Quizás demasiado tarde o en otras circunstancias, pero si no hubiera sido ahí no hubiera sido nunca.
Hay miradas que matan y otras que enamoran, unas enternecen y otras piden compasión.
¿Que haría llorar ha aquellos ojos tan hermosos? ¿Acaso yo? Entonces quiero cerrar los ojos y no verla nunca. Cerrar los ojos para no hacerle daño.
Su imagen es mía, ella me dio la luz, ella me hizo sentir que el mundo era hermoso. Su imagen, borrosa al principio. Sabía que era ella. Los ojos nunca mienten.
¿Cerrar los ojos y fingir que no existe? Pero si la veo por doquier. Dicen que los muertos se quedan con la última imagen que ven. Yo la vi después de haber escuchado su voz y su sonrisa. Los ojos sólo confirmaron la verdad.
Desde que mis ojos la vieron no pude apartarme de ella.

Yo no sé en que mundo empiezan los sueños, si se construyen de las imágenes de la realidad o son ideas de otro mundo. No lo sé. Sólo se que abrí los ojos y estabas ahí. Aún no despierto, lo sé. No quiero despertar. Quiero seguir soñando con los ojos abiertos deambulando por las calles y pensando en ti. En tu imagen fija.
El mundo de los sonidos se podría ir, pero con los ojos podría rescatarlo todo.
Al llegar a mi casa mire el recibo de mi compra y vi tu nombre. Lo anexe a tu imagen y te llame. De pronto toda una realidad se empezó a construir: la rosa blanca apareció cuando deje de buscarla, un número telefónico en un libro que habla sobre el universo, misteriosamente apareció. Creí haber resuelto el problema del infinito. Lo marqué y estabas tú ahí, al otro lado. Contacto divino.
Me dormí despierto, si esto es posible.
Al día siguiente un atardecer bajo la lluvia: las gotas eran inmensas. Lo único bueno, haberte visto. Y es que eso es lo único bueno de todo esto, que te puedo ver.
Una vez leí que alguien le dijo a otra persona que cuidara a sus ojos, pues estos lo salvarían de la soledad
¿Qué serían mis ojos sin ti?
De pronto se que bebo despertar. No quiero. Tu nombre vaga por mi mente. Bendita luz, Dulce claridad. Luz en las tinieblas. ¿Y luego? No lo sé.
Quiero seguir soñando que te volveré a ver.
Así son mis sueños, a veces confundo la realidad (la verdad no) pero este mundo me ha permitido soñar con imposibles y más aun que lo imposible puede ser real.
Yo no sé. No lo sé, qué pueda ser, lo que no ha sido. Pero puedo soñar cosas de la realidad. Por eso no quiero cerrar los ojos por miedo a despertar.
Yo no sé, pero puedo sentir que se hace real, me enamoré.
lunes, 7 de julio de 2008
Soundtracks irreverentes
1.Lux Aeterna- Kronos Quarted (Requiem for a dream 2000)
2.Lust for Life - Iggy Pop (Trainspoitting 1996)
3.Bitter Sweet Symphony -The Verve (Cruel Intentions 1999)
4. Amores Perros- Control Machete y Elí Guerra (Amores Perros 2000)
5. Believe-Franka Potente (Run Lola Run 1999)
LA ZONA
Año:2007
Duración:97 min.
Género:Drama
País: México-España
Guión:Rodrigo Plá y Laura Santullo
Música:Fernando Velázquez
Sinopsis: "Alejandro es un adolescente que vive en una zona residencial cerrada, autosuficiente y con una fuerte seguridad privada. Tanto su familia como el resto de los residentes, obligados por la creciente delincuencia, el miedo a la violencia y la falta de ley, han elegido ese lugar como último reducto de paz. Los residentes de esta zona se verán impactados a causa de un violento crimen. Para Alejandro este hecho es particularmente dramático cuando encuentra en el sotano de su casa a uno de los delicuentes que escapo de la escena del crimen."
domingo, 6 de julio de 2008
Trotsky en Coyoacán -Angelina Muñiz-Huberman (Francia, 1936)
"Cuando comprendí que el exilio era mi casa,
abrí la puerta y me instalé".
Extracto del poema "La sal en el rostro"
"Trosky en Coyoacán es una reunión de diez relatos, en los cuales lo cotidiano no deja de sorprender y lo extraordinario se vuelve familiar. El mundo de la infancia y la adolescencia contrasta con el de místicos y profetas. El tiempo carece de medida y fluctúa entre la contemporaneidad y los años nostálgicos de mediados del siglo o de milenio. La lectura se vuelve atemporal y así se logra el cometido de penetrar con la imaginación en cualquier espacio del sueño de la pasión del deseo"
Trotsky en Coyoacán no es la obra más conocida de Muñiz-Huberman, pero es la que llegó a mi manos, y de verdad me he quedado con ganas de leer más obras de ella. Si esta obra es la menos conocida ya me imagino aquellas que fueron éxitos: Molinos sin viento: Seudomemorias y Dulcinea encantada. Investigando entre su biografía, ella es hija de españoles exiliados y por lo tanto nace en Francia y en 1942 vino a radicar a México.
Pequeños sucesos en un hotel de Cuernavaca
Las cuatro de la madrugada
Profecías
El gimnasio
El profeta mudo que recibió un beso de Dios
La torre Gallípoli
Ironías
Cuento del cuento
Los prisioneros
William S. Burroughs en nuestro jardín

Angelina Muñiz-Huberman
Hyéres, Francia, 1936
Es autora de una extensa obra poética, narrativa y de ensayo. Algunos de sus títulos son: Dulcinea encantada, la lengua florida, los confidentes. Ha recibido los premios Xavier Villaurrutia, sor Juana Inés de la Cruz y José Fuentes Mares, entre otros. Introdujó la narrativa neohistórica y la mística sefardí en la literatura mexicana.
Muñiz-Huberman, Angelina. Trotsky en Coyoacán. Y otros sucesos, Ya LeISSSTE?, México, 2000. (Cuento)
http://sepiensa.org.mx/contenidos/2004/l_angelina/ange_1.htm (Entrevista)
sábado, 5 de julio de 2008
Tindersticks - Dying Slowly (Can Our Love 2001)
Revisando el blog de Mahandra´s (videos clips animados I), recordé esta canción de los Tindersticks que es excelente y lo subí subtitulado, la letra es buenísima. El título de la canción, traducida al español, sería Muriendo lentamente. Quien no ha tenido un día parecido en algún bar: "Así que esta muerte lenta me parecía mejor que pegarme un tiro".
"Las poesías estallan musicalmente, las notas son como las primeras impresiones de tumultuosas dramatizaciones. Un repertorio que se roza altivamente con violines, violas, cellos, contrabajos, oboes, flautas, clarinetes, saxofones, trompetas, bajos, guitarras, baterías, pianos, clavinetes, percusiones, instrumentos raros, órganos y trombones. Además de una voz que todo lo soporta, que podría sobrevivir incluso por sí sola (Stuart Staples)." http://www.lastfm.es/
Otros links:
http://quehayentucabeza.blogspot.com/2008/07/tindersticks-trouble-every-day-2001.html
http://mahandra.wordpress.com/2008/06/29/videos-clips-animados-i/
Canción y despedida

Había acabado la letra de mi canción y eso era un milagro, hace tiempo que no componía nada. Agarré el bajo eléctrico y mis dedos se amoldaron hábilmente como alguna vez lo hicieron en tu cuerpo, suavemente empecé a tocar la canción…y los recuerdos te acercaron otra vez...Tarará…tarará...y empecé a necesitarte….mientras tu en algún lugar rechazas mi amor…
Mis manos, hinchadas por la dedicación, se refugiaron de nuevo en la cajetilla, el último cigarro, el de la suerte y la invoque… rriiiiinnnng….sonó el teléfono y no eras tú. Habían colgado.
Ya casi era de tarde y necesitaba distracción, fui por trago, tome valor, y te llamé…para decirte que no vuelvas, que no te necesitaba más, que te utilicé y esa en realidad era la verdad. Afiné el bajo y la voz, comencé a cantar, palabras brotaban por sí solas y encontré la paz. Ni tu rostro, ni las imágenes quebraron en esta ocasión mi voz, ni aquel cenicero que me regalaste me afectó, y es que es simple descubrir la verdad, necesitaba de ti para encontrarme, porque la soledad que dejo tu partida me ayudo.
Una cajetilla roja, un cenicero café, el humo se extendía y se difuminaba al ritmo del ventilador, una botella de tequila semivacía y tú, mi inspiración. Doce canciones en rock en español fueron tu despedida, fueron tu adiós.
Ya había transcurrido toda la mañana era hora de leer, un café cargado, me vestí, salí del encierro voluntario, me aventuré…mis manos se ciñen al bajo eléctrico como una vez lo fue tu cuerpo... mi canción te despidió y a otra musa me encontré.
Odrep
Ab aeterno
No era muda pero no tenía voz. Tenía vida pero le quitaron la voluntad. Tenía un futuro y la destinaron a morir. Era inocente y la culparon, decidieron sin pedir su opinión; callaron su llanto, destruyeron sus ilusiones.
No era ciega pero nunca abrió sus ojos. Nunca despertó de el sueño eterno. Siempre soñó que estaba viva. Su sueño era cada vez más profundo, como si se le fuera el aliento en cada respirar.
Sus días no se contaban en horas, sus días se contaban en latidos, tan rápidos y por lo mismo tan cortos. Esperó tanto esta oportunidad, de sentir, de amar, y en los meses de vida humana tres para ser exactos, le dijeron insensible.
No existió, solo fue un remordimiento en la conciencia de quien eligió por ella, no tuvo voz, pero se deja escuchar como un quejido. -Yo, no juzgó, ustedes ponen sus leyes, en mi mundo la libertad existe; mis días ya no se cuentan en latidos ni en años, en mi mundo el tiempo no existe, no nos atamos a un destino.-
A veces ellos bajan a la tierra, como ángeles vestidos de niños.